El experimento equivocado de Australia ha fracasado. Necesitamos admitir el error y adoptar un modelo regulatorio más realista para apoyar a los australianos que fuman y vapean.
El modelo adoptado por el gobierno australiano para que el vapeo de nicotina esté disponible solo con receta se introdujo el 1 de octubre de 2021 y ha sido un rotundo fracaso. Como la mayoría de las políticas prohibicionistas, ha creado un próspero mercado ilícito y resultados perjudiciales para la salud pública.
Para poseer legalmente un e-líquido de nicotina para dejar de fumar los vapeadores deben obtener una receta médica y comprar suministros en farmacias o proveedores internacionales en línea. Está prohibida la venta de nicotina en tiendas de vapeo y otros puntos de venta minorista.
“Como era de esperar, este modelo prohibicionista ha creado un próspero mercado ilícito”.
Las regulaciones estaban destinadas a evitar que los jóvenes vapearan y a permitir el acceso para los adultos como una ayuda para dejar de fumar. Después de 12 meses, está claro que no han logrado ninguno de esosobjetivos. De hecho, han tenido el efecto contrario, como indica mi nuevo informe.
Mercado ilícito, allanamientos y aumento del vapeo juvenil
Como era de esperar, ese modelo prohibicionista ha creado un próspero mercado ilícito de productos de vapeo no regulados que no cumplen con los estándares australianos. Una gran cantidad de dispositivos de baja calidad se importan de China y se venden ampliamente en estancos, tiendas de conveniencia, en línea y en las redes sociales. Las organizaciones criminales están cada vez más involucradas.
La vigilancia del mercado ilícito es mínima, pero algunos negocios son allanados. Cuando eso sucede, muchos simplemente reanudan la venta de productos ilegales en cuestión de semanas. La gran mayoría de las importaciones ilegales no se detectan.
La disponibilidad generalizada de vaporizadores de nicotina desechables en el mercado ilícito ha dejado a los consumidores menos protegidos y ha devastado la industria de vaporizadores minoristas legales, que continúa vendiendo hardware y líquidos sin nicotina, pero no puede vender nicotina.
Muchas tiendas han informado una disminución sustancial en las ventas y, como resultado, algunas han cerrado. Como muchos vapeadores ahora compran desechables de nicotina ilegales, estos productos minoristas ahora se usan mucho menos. (Anteriormente, los vapeadores compraban su líquido sin nicotina localmente y agregaban nicotina del extranjero o simplemente compraban hardware localmente y líquido de nicotina premezclado del extranjero. Ahora muchos no lo hacen).
“Algunas escuelas están respondiendo instalando detectores de vapor en los baños, quitando las puertas, cerrándolos con llave durante las horas de clase, instalando cámaras de seguridad…»
Según los informes más recientes, el vapeo por parte de adolescentes ha aumentado en Australia desde que comenzaron las nuevas regulaciones. Hay informes casi diarios en los medios de comunicación sobre el vapeo juvenil generalizado. Los vaporizadores desechables con alto contenido de nicotina (5 a 6 por ciento) se venden libremente en el mercado ilícito. Sin controles de edad en un mercado no regulado, los adolescentes pueden acceder fácilmente a ellos desde estancos, tiendas de conveniencia, gasolineras e incluso en Uber. Los dispositivos se compran fácilmente en las redes sociales, a menudo con un servicio de entrega a domicilio.
De las escuelas también salen cada vez más informes de adolescentes que fuman en los baños y en el aula. Algunas escuelas están respondiendo instalando detectores de vapor en los baños, quitando las puertas, cerrándolos con llave durante las horas de clase, instalando cámaras de seguridad, suspendiendo a los estudiantes por vapear en la escuela y confiscando los vapeadores.
El acceso para adultos se ha reducido
El modelo de prescripción ha dificultado que los adultos que fuman accedan legalmente a los vaporizadores de nicotina para dejar de fumar. El acceso legal es complejo, oneroso y costoso. Perversamente, es mucho más fácil comprar cigarrillos mortales.
Según dos encuestas recientes, entre el 88 y el 97 por ciento de los vapeadores no tienen receta y solo el 2 por ciento de las compras se realizan en una farmacia, el modelo preferido por el gobierno. Sin embargo, es un delito penal poseer nicotina sin receta, punible con multas de hasta $ 45,000 y posibles penas de cárcel.
Los médicos no han apoyado las regulaciones. En junio de 2022, solo 200 de los 31.000 médicos generales (GP) figuraban públicamente como prescriptores de nicotina. Los médicos de cabecera no pueden anunciar su disponibilidad para la prescripción de nicotina, por lo que es muy difícil para los vapeadores encontrar un prescriptor.
En general, los médicos de cabecera son escépticos sobre el vapeo y son reacios a recetar nicotina. Están constantemente expuestos a mensajes negativos por parte de la Administración de Productos Terapéuticos (el regulador de medicamentos de Australia), agencias gubernamentales, asociaciones y universidades médicas, organizaciones benéficas de salud y los principales medios de comunicación. Los médicos de cabecera también temen repercusiones médico-legales por recetar productos no aprobados, y el regulador de medicamentos no aprueba ningún producto de vapeo. Los médicos saben muy poco sobre el vapeo y la mayoría no sabe cómo escribir una receta de nicotina.
Solo un puñado de farmacias comunitarias y en línea dispensan nicotina líquida. Aquellos que almacenan productos de nicotina tienen una gama muy pequeña para elegir.
Admitir el error
La única forma de avanzar es reemplazar el modelo de venta con receta y el mercado ilícito que fomenta con un mercado minorista legal y regulado. La nicotina líquida debe ser un producto de consumo para adultos, que se venda en puntos de venta minorista autorizados, como tiendas de vapeo, tiendas de conveniencia, estancos y tiendas generales, como en otros países. Debe haber una verificación estricta de la edad y sanciones hasta la pérdida de la licencia por ventas a menores.
Valdría la pena tener una vía dual, sin embargo, con productos aprobados por el consumidor y por la clase médica que los doctores puedan recetar. Esto legitimaría el vapeo para los médicos y los tranquilizaría a ellos y al público sobre las preocupaciones de seguridad.
El experimento equivocado de Australia ha fracasado. Necesitamos admitir el error y adoptar un modelo regulatorio más realista para apoyar a los australianos que fuman y vapean.
Este artículo fue publicado originalmente por Filter, una revista en línea que cubre el uso y las políticas de drogas y los derechos humanos a través de una lente de reducción de daños. Siga a Filter en Facebook o Twitter o suscríbase a su boletín informativo.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: Australia’s Experiment With Prescription-Only Vapes Has Failed. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].
