Un nuevo estudio señala la responsabilidad de algunas medidas de control del tabaco en el crecimiento del mercado negro y, con él, de la inseguridad.
Entre 2016 y 2017, en Nueva Zelanda aumentaron de manera preocupante los robos a tiendas para conseguir productos de tabaco. Según lo que informaron los medios de comunicación, varios de estos eventos incluyeron uso de armas y dejaron lastimados a los vendedores de las tiendas.
Ahora, un grupo de científicos del Centre of Research Excellence: Indigenous Sovereignity and Smoking ha presentado los resultados de un estudio donde analizan las percepciones acerca de las causas de este aumento en los robos y las medidas que se propusieron o se tomaron para afrontar el problema. El estudio incluyó el análisis de todos los artículos en línea que hicieran comentarios sobre estos robos y que se hubieran publicado entre 2014 y 2019.
Según el artículo del estudio, el hallazgo más llamativo es la incoherencia general frente a la que se percibe como causa principal y las soluciones que se proponen o exigen. Para ser más precisos: en términos generales, se asume que la causa principal del aumento de los robos son las condiciones socioeconómicas, sin embargo, las soluciones se dirigen a aspectos más puntuales y coyunturales, como cambios en las tiendas o estrategias de prevención que involucran intensificar la vigilancia.
Como consecuencia, los autores del artículo proponen que la política pública sea coherente con las causas del problema y que se implementen soluciones y estrategias que ayuden a resolverlo.
¿Qué dicen los autores?
En el comunicado de prensa sobre el estudio, los autores mencionan que “se percibió que la tensión financiera y otros determinantes sociales que aumentan la susceptibilidad a participar en delitos son una de las causas de los robos. Además, la salud pública no había aliviado esos determinantes antes de aumentar el precio del tabaco más allá de lo que la mayoría de los fumadores podía pagar. A un precio promedio de $ 32 por un paquete de 20 cigarrillos, Nueva Zelanda tiene uno de los precios más altos para el tabaco en relación con los ingresos en la OCDE”.
Según el análisis, los precios elevados no contribuyeron al abandono del tabaquismo, sino que condujeron a un aumento en la demanda de cigarrillos del mercado negro.
“El alto impuesto combinado con otras políticas de control del tabaco hizo que los cigarrillos se volvieran tan valiosos, dijo la gente, que el tabaco se convirtió en una moneda de cambio. Es decir, en el mercado negro, los cigarrillos podrían usarse para comprar drogas y otros bienes ilícitos. Esto exacerbó el riesgo de robos para los propietarios de tiendas de conveniencia”, explica la Dra. Marewa Glover, líder del estudio.
A esto se suma que, desde la perspectiva de varios de los principales afectados por el problema, como tenderos y voceros de las comunidades, la vigilancia y protección de la policía y, en general, de las instituciones públicas fue inadecuada. Para ellos “el sistema judicial fue demasiado indulgente y no compensó las recompensas percibidas obtenidas por los infractores”. Sin embargo, no se tiene en cuenta que el rol de la policía no debe ser, ni ha sido históricamente, reprimir conductas de riesgo individuales, sino prevenir crímenes que puedan poner en riesgo a las comunidades y a la sociedad.
Para completar…
Además del aumento de los robos debido al aumento de los precios de los cigarrillos y la incoherencia entre la causa del problema y las soluciones implementadas, los autores del estudio anticipan un nuevo obstáculo que oscurecería aún más el panorama: el plan para una Nueva Zelanda libre de humo, que contempla la prohibición absoluta de comprar productos de tabaco de manera legal para las personas nacidas a partir de cierto año y la eliminación de la nicotina del tabaco.
Para los autores, estas medidas solo incrementarán los crímenes violentos asociados con la existencia de mercados negros, que resultarían beneficiados si el tabaco con nicotina se vuelve –aun más– valioso al aumentar las prohibiciones sobre él.
Y, como si todo lo anterior fuera poco, la Dra. Glover señala la enorme desigualdad que subyace en este tipo de políticas represoras: “El aumento propuesto en la aplicación de la ley y las sanciones corre el riesgo de magnificar las disparidades y aumentar el número de personas encarceladas. Los maoríes ya representan más del 60% de la población encarcelada. También tienen las tasas de tabaquismo más altas, por lo que es particularmente probable que los maoríes incumplan la nueva ley”.
Así las cosas, el estudio concluye, de manera propositiva, que “para evitar que se produzcan este tipo de consecuencias negativas graves, la policía debe tener más voz en el diseño de políticas de salud pública que busquen cooptarla para prevenir o reducir el uso de sustancias o comportamientos específicos”.
Fuente: Store robberies for tobacco products: Perceived causes and potential solutions
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: Store robberies for tobacco products: Perceived causes and potential solutions. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.
