La historia detrás de la prohibición del snus, a pesar de la evidencia de su utilidad para combatir el tabaquismo, puede dejarnos una gran lección para los futuros debates de control del tabaco.
Mientras el gobierno considera prohibir los vaporizadores desechables porque se cree que atraen a los niños, vale la pena reflexionar sobre la extraña saga de la prohibición del snus de la Unión Europea, un producto sueco de tabaco sin humo que introduce nicotina en el cuerpo a través de una pequeña bolsa colocada debajo del labio.
La historia comienza cuando Edwina Currie era ministra de salud en 1988. Anunció una prohibición del tabaco oral en respuesta a un pánico sobre Skoal Bandits, una marca estadounidense de snus con un vaquero enmascarado en su logo que se suponía atraía a los niños. Se asumió que el producto causaba cáncer bucal. En 1990, la Comunidad Económica Europea (CEE) intervino. Argumentó que la prohibición unilateral de un Estado miembro era una amenaza para el mercado interno y prohibió el snus en todo el bloque.
A nadie le importó realmente, porque el número de usuarios de snus en la CEE era insignificante, pero cuando Suecia se preparó para unirse a la UE en 1994, la prohibición se convirtió en un problema. Los suecos habían estado usando snus durante 200 años y no veían razón para detenerse. Con el público fuertemente dividido antes del referendo, la UE de repente olvidó la armonización del mercado y otorgó a Suecia una exención de la prohibición, requiriendo solo que el snus llevara una advertencia de cáncer.
Casi nadie consideró la posibilidad de que el snus pudiera ser útil para ayudar a los fumadores a dejar los cigarrillos, pero el experimento natural puesto en marcha sin querer por la UE demostró que sí lo era. Para 2002, la proporción de hombres suecos que fumaban había caído al 15 %, mucho más bajo que el resto de la UE. Al mismo tiempo, la evidencia científica se había inclinado en contra de la teoría de que el snus causaba cáncer bucal, hasta tal punto que en 2001 la UE dio el paso sin precedentes de eliminar la advertencia de cáncer.
El siguiente paso lógico era derogar la prohibición, pero eso requeriría que las instituciones de la UE admitieran que habían cometido un error. En su lugar, la prohibición del «tabaco para uso oral» quedó consagrada en la Directiva de Productos del Tabaco de 2001.
«Hoy en Suecia, el 12 % de los adultos son usuarios diarios de snus y solo el 6 % son fumadores diarios. Suecia tiene la tasa más baja de tabaquismo y de cáncer de pulmón en la UE».
Los eventos tomaron un giro dramático en 2012 cuando el comisario de salud de la UE, John Dalli, renunció después de que la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (Olaf) lo acusara de saber sobre un soborno de 60 millones de euros del fabricante de snus Swedish Match para anular la prohibición a través de su ayudante, el restaurador maltés Silvio Zammit. Un juicio penal muy retrasado contra Dalli, que también es de Malta, finalmente comenzó en febrero del año pasado, con Dalli declarándose no culpable de soborno y tráfico de influencias. Zammit murió una semana después, a los 57 años, casi una década después de haber sido acusado por primera vez, pero con su propio juicio aún sin resolver.
Aunque Swedish Match fueron quienes denunciaron a Zammit a Olaf, el escándalo terminó con sus esperanzas de anular la prohibición. ‘Dalligate’ convirtió al snus en un tema político tóxico en Bruselas. La prohibición del tabaco oral permaneció. Ahora están en marcha negociaciones sobre una nueva Directiva de Productos del Tabaco, pero pocos apostarían a que el snus sea legalizado.
Hoy, en Suecia, el 12 % de los adultos son usuarios diarios de snus y solo el 6 % son fumadores diarios. Suecia tiene la tasa más baja de tabaquismo y de cáncer de pulmón en la UE. Puede haber una lección allí si elegimos buscarla.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: The senseless ban on snus. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.
