Nos hemos acostumbrado a los sesgos cognitivos y normalizamos la información cargada de emociones presentada por fuentes no periodísticas a través de redes sociales como Twitter. El caso del enfisema subcutáneo, trending topic en Latinoamérica en la última semana, es otro ejemplo de la desinformación que nos rodea. El Dr. Riccardo Polosa nos ha explicado qué es el enfisema subcutáneo.
La imagen tiene un ligero y superficial tono dramático. Una joven adulta, quizás recién salida de la adolescencia, acostada en una cama de hospital, con los ojos cerrados, casi en posición fetal, en plena convalecencia. Nicole Elliot fue hospitalizada el pasado 25 de octubre en el Hospital Ángeles México con fuertes dolores y dificultad para respirar. La diagnosticaron enfisema subcutáneo.
Cinco días después, todavía en su habitación hospitalaria, sin presentar más detalles de lo ocurrido y de su estado de salud, Nicole publicó su testimonio en Twitter imputando el uso del cigarrillo electrónico como la causa de su condición. “Creo que aquí haré más punch que en Instagram así que les voy a contar por que de verdad quiero enseñar la MIERDA que es el cigarro electrónico y el enorme daño que te puede causar. Hace una semana me hospitalizaron por un enfisema subcutáneo en las vías respiratorias (…)”.
El tuit fue compartido más de 45 mil veces hasta el cierre de ese artículo y también recibió gran cantidad de comentarios de los usuarios, en su inmensa mayoría legos y perplejos, desde mensajes con deseos de pronta recuperación para la joven hasta burlas, hostilidades, cuestionamientos y mensajes pasionales de intransigentes y anticipados ataques y defensas hacia el cigarrillo electrónico. No hemos podido ver una nota hospitalaria o algún dato más preciso del diagnóstico.
Una voz informada
¿Pero tiene sentido que el vapeo tenga alguna relación con la condición de Nicole?
El muy reconocido médico respiratorio italiano Riccardo Polosa, quien tiene un larga trayectoria clínica e investigativa, parece ser la persona adecuada para dar algunas respuestas. Además de ser profesor de Medicina Interna en el Departamento de Clínica y Medicina Experimental de la Universidad de Catania (Italia), Polosa es fundador del Centro de Excelencia para la Aceleración de la Reducción de Daños (CoEHAR), profesor Honorario de Medicina en la Universidad de Southampton (Reino Unido) y miembro de la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología.
“Esta no es la primera vez que escucho que el enfisema subcutáneo es asociado con el vapeo”, nos cuenta Polosa. “El enfisema subcutáneo a menudo puede resultar de la ruptura espontánea de ampollas subpleurales preexistentes en individuos con predisposición”. Polosa hace énfasis en la frase “individuos con predisposición”. ¿Pero qué es exactamente el enfisema subcutáneo?
Enfisema significa sencillamente la presencia de aire o burbujas de aire en alguna estructura del cuerpo. El enfisema subcutáneo, que es una condición bastante atípica, ocurre por la introducción inadvertida de aire a los tejidos justo debajo de la piel. Puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, dependiendo del tipo de patología, como los brazos, las piernas y la espalda, aunque los casos más comunes son en el cuello y la región torácica.
Video de un enfisema subcutáneo
¿Cuáles son las causas?
Pueden existir numerosas causas, pero el enfisema subcutáneo generalmente se asocia con una afección médica llamada neumotórax, que se caracteriza por una punción del pulmón (que puede ocurrir debido a un trauma o lesión). El neumotórax ocurre cuando hay fugas de aire en el espacio entre los pulmones y la pared torácica. Dado que el pulmón ya no tiene su integridad habitual, las burbujas de aire pueden escapar y alojarse debajo de la piel.
El Dr. Polosa explica que a partir de una predisposición, con ampollas subpleurales preexistentes, es posible que el alto aumento de la presión intratorácica pueda conducir a su ruptura causando así el enfisema subcutáneo.
“El aumento abrupto de la presión intratorácica puede ser causado por un esfuerzo, ejercicio o tos. Si vapean, particularmente vapeadores ingenuos que todavía están tratando de aprender la técnica correcta para minimizar la posible irritación de la emisión de aerosoles, que provoca tos, entonces es posible provocar un enfisema subcutáneo”.
El enfisema subcutáneo puede desencadenarse por un esfuerzo intenso. La literatura médica presenta diversas posibilidades que pueden provocarlo, desde el esfuerzo para provocar el vómito, la tos intensa, hasta el buceo con el uso de un cilindro sin la técnica adecuada y, aunque raros, errores en procedimientos médicos como endoscopia, intubación y broncoscopia también pueden generar esa condición.
A pesar de ser extremadamente incómodo, el enfisema subcutáneo aparece como un ligero abultamiento de la piel que casi siempre causa solo síntomas leves. Hay síntomas frecuentes y muy bien reconocidos por los médicos de urgencias como la hinchazón en el área donde hay aire, dolor en el pecho o dolor localizado donde hay aire, malestar en el pecho o donde hay hinchazón de aire, fuerte sensación de presión donde hay enfisema subcutáneo, además de cambio en la textura de la piel, que se vuelve más demacrada de lo normal. Por lo general, el enfisema subcutáneo no es una complicación grave si no provoca obstrucción respiratoria o circulatoria.
El tratamiento del enfisema subcutáneo puede requerir el drenaje de las bolsas de aire presentes en el cuerpo del paciente mediante la inserción de catéteres y drenajes. En general, el curso del enfisema subcutáneo es benigno, pero las condiciones que lo causan pueden ser muy graves y, en ocasiones, requieren hospitalización, como parece haber sido el caso de Nicole.
Lecciones sobre la desinformación
Intentamos contacto con Nicole, así como con la asesoría de prensa para hablar con algún especialista del hospital, pero no hemos tenido respuestas definitivas hasta el momento de la finalización de este artículo. Numerosos aspectos y detalles del evento son todavía desconocidos, lo que conlleva a que esta historia siga abierta y restringida al campo de la especulación anecdótica.
Hasta el momento, no hay evidencia creíble que vincule directamente el vapeo de nicotina a la condición de Nicole, aunque pude haber ocurrido debido a una predisposición. No sabemos qué ha pasado con Nicole. Tenemos solamente su testimonio. De todos modos, en líneas generales, el comportamiento de riesgo es individual, varía de persona a persona y depende de las acciones de cada uno. Su condición puede, por supuesto, tener relación con el uso del cigarrillo electrónico. Pero no tenemos elementos para conocer si lo ocurrido es resultado de un equívoco, distracción o negligencia.
Siempre habrá niveles de riesgo en el consumo de cualquier sustancia, lícitas o ilícita, así como personas que pueden pertenecer a grupos de riesgo frente a determinadas sustancias y deben evitarlas. El potencial de daño más grande que se observa en toda esa historia es en la percepción errónea del riesgo relativo del vapeo por parte del público como consecuencia de un diagnóstico apresurado que acusa al vapeo de ser causante de la condición. Se trata de algo muy semejante a las campañas de desinformación y promoción del pánico moral al que nos hemos acostumbrado con narrativas como la de los pulmones de palomitas de maíz o el caso EVALI.
Tampoco parece ser creíble que Nicole sea un bot o que esté involucrada en una campaña de desinformación para engañar a los fumadores o vapeadores más ingenuos o crear pánico en el público. Este caso parece ser más un ejemplo del desastroso flujo de información característico de las redes sociales en el ecosistema de las noticias, donde cualquiera puede publicar sobre cualquier tema o evento sin preocupación, pero también sin contar con la complejidad, objetividad y veracidad que debe tener la información sobre los acontecimientos. Sin duda, se trata de un entorno en el que pierde el interés por cuidar la credibilidad, ofrecer fuentes fidedignas, orientación, análisis o interpretación de los hechos.
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