Los materiales usados para los equipos de vapeo son diversos y tienen cualidades muy diferentes. Por eso es apropiado saber cómo limpiarlos correctamente. ¿Agua? ¿Alcohol? ¿Acetona? ¿Jabón? ¡Ojo!, algunos productos pueden ser perjudiciales para el material y para nuestra salud. Sin embargo, una buena limpieza garantiza la buena salud bucal, una protección eficaz contra patógenos que puedan afectar nuestro sistema respiratorio e incluso puede evitar problemas en la piel.
No todo lo que brilla es… ¿acero?
Para hablar en detalle sobre los materiales de los equipos de vapeo sería necesario un apartado muy extenso, dada su diversidad. Aleaciones, plásticos, pinturas, cauchos, cerámicas, vidrios y fibras vegetales son los grandes grupos de materiales con propiedades específicas que los hacen apropiados para conformar las distintas partes de los productos de vapeo.
El factor económico también juega un papel importante en este proceso de producción. Los “clones” de equipos se caracterizan por la bajísima calidad de sus materiales. Partiendo de ahí, ya son supremamente peligrosos para uso oral.
Aleaciones
Un buen atomizador está fabricado generalmente en aceros de la serie 300, que se caracterizan por su excelente resistencia a la corrosión, los alcoholes y los agentes ácidos. Sobresalen su resistencia a los golpes y la tracción (los roscados no suelen dañarse con facilidad), y su bajo costo de producción.
La limpieza y desinfección de estos materiales es bastante práctica. Basta con usar agua tibia y un poco de jabón lavaplatos. En ocasiones el olor del jabón queda impregnado y puede ser molesto, pero un enjuague profundo con agua fría acabará con este problema.
El alcohol antiséptico (o etanol) también es una gran opción. Se combina una parte de agua tibia por dos de alcohol y se dejan sumergidas las partes metálicas durante 10 minutos. Después se lavan con agua fría. En este proceso es necesario retirar todos los aros de caucho (o-rings) para evitar que pierdan su forma e integridad; el alcohol podría dañarlos.
El latón es otra aleación muy usada en la industria del vapeo. Su fabricación es muy económica y ofrece propiedades muy similares al acero serie 300. Incluso, por sus características químicas, se usa bastante en objetos que suelen manipularse constantemente, pues es resistente a la salinidad del sudor y tiene una acción antimicrobiana. Sus cuidados no son muy diferentes de los del acero, sin embargo, el contacto con ácidos puede deteriorarlo con mucha rapidez.
Algunos equipos (mech: The 99 by Vaporgate) se fabrican con metales como cobre y plata. Esta última está más presente en forma de recubrimiento de algunas piezas para aumentar su conductividad. Estos dos metales son usados particularmente por su excelente conductividad, pero por costos y por la baja resistencia a la corrosión en el caso del cobre exigen cuidados específicos.
La limpieza del cobre es particularmente compleja y, sinceramente, no dura mucho. Es hora de dejar de usar salsa de tomate para limpiar estas partes: los residuos generan atascamiento de las partes móviles y queda entrampada en las roscas. Lo mejor es usar una mezcla de vinagre blanco y sal en frío, que es suficiente para devolverle el brillo. Para una taza de vinagre blanco se usa una cucharada de sal. Cuando la sal se haya disuelto se aplica el líquido con un paño. Es recomendable probar la mezcla primero en un área no visible.
Para hacer la limpieza en caliente se recomienda disolver una cucharada de bicarbonato en un litro de agua y calentar la mezcla en una olla hasta el punto de ebullición. Después se debe sumergir los objetos de cobre y dejarlos cinco minutos hirviendo. Finalmente, hay que retirar la olla del fuego y dejar los elementos sumergidos durante 10 minutos más.
Los productos “brillametales” son excelentes para los acabados, pero contienen amoníaco, óxido de aluminio y solventes hidrocarburos, que son bastante tóxicos si se ingieren.
En conclusión, los metales son relativamente sencillos y seguros de limpiar. Suelen ser muy resistentes y confiables. Un mantenimiento constante garantiza una larga vida tanto estética como funcional. Si se trata de una limpieza rápida, un paño con un poco de alcohol y agua es más que suficiente. Para todo lo demás… un poco de tiempo y dedicación.
Borosili… ¿qué?
Uno de los materiales más utilizados, y también más vendidos, en la industria son los tubos de vidrio de borosilicato. Se conocen también como PyrexⓇ, nombre comercial que les dio Corning Gorilla Works. Es uno de los tipos de vidrio más resistentes del mercado, apropiado para las exigencias de los vaporizadores.
Este material tiene gran resistencia química, excelente resistencia al calor y a los cambios de temperatura, y una dureza inigualable teniendo en cuenta el calibre de su construcción. Uno de los pocos cuidados que requiere es no golpearlo. Se puede limpiar con cualquiera de las técnicas mencionadas antes para las aleaciones.
Plástico, pintura y cauchos… ¡delicado!
Quizá el plástico más usado en la industria del vapeo es el ABS (Acrilonitrilo Butandieno Estireno). Es un material liviano, muy resistente y económico. Su resistencia química tal vez no es tan alta como la de otros materiales, pero su resistencia a los golpes y rayaduras lo hacen ideal para la construcción de mods, como el Tesla WYE 200W.
La mejor opción para limpiar este tipo de superficies es usar jabón y agua fría. Hay que humedecer y escurrir bien un paño, aplicar un poco de jabón sobre él y proceder a limpiar. El alcohol, en especial el isopropílico, compromete la estructura molecular del ABS; la acetona lo destruye. Por eso es mejor no usar nada de químicos sobre las superficies plásticas y es preferible evitar una limpieza rápida con alcohol. Lo mejor es usar agua.
Las pinturas, sobre todo en superficies metálicas, deben cuidarse especialmente porque la adherencia que permite el metal no es muy alta. En el proceso se usan bases acrílicas antes de dar un acabado con color. Posteriormente se pone un barniz protector para proteger el color. Y a pesar de la diversidad de técnicas para lograr un acabado de primera, su resistencia a los golpes, la sudoración y los químicos es muy pobre. El alcohol se comporta bien en algunos casos, pero es recomendable seguir los mismos pasos que con el plástico.
Los O-rings, esos aros de caucho de diferentes colores, pero generalmente negro o blanco, que permiten un sellado perfecto entre las uniones del atomizador pueden estar fabricados en diferentes materiales, dependiendo de su función. En los atomizadores se usan compuestos resistentes al calor y a los alcoholes. Aunque poseen características termorresistentes, el calor excesivo suele ser la causa más frecuente de daño en estas piezas. Sumergirlas en agua hirviendo es una pésima idea y se debe evitar a toda costa. Incluso limpiarlas con algún agente químico puede ser contraproducente. Basta con quitarles el exceso de líquido con un paño.
La pandemia nos ha obligado a ser mucho más precavidos y a prestar más atención a nuestro diario vivir. Los vaporizadores podrían fácilmente convertirse en un vehículo que transporte virus y bacterias, por lo que su desinfección debe tenerse en cuenta. Una limpieza un par de veces al mes también ayuda a cuidar el aspecto del mod y a alargar su vida útil. Limpiar la boquilla con una servilleta, ojalá con un poco de alcohol, antes de usarlo sería una estrategia ideal para seguir previniendo un posible contagio. Vapee seguro.
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