Steve Brine es un exministro de Salud Pública y es diputado de Winchester. En este texto explica por qué apoya el vapeo como estrategia para reducir el tabaquismo.
El año pasado, el gobierno anunció planes para dejar a Inglaterra libre de humo para 2030. Se basó en iniciativas previas como la prohibición de fumar dentro de lugares públicos y la introducción de envases simples para cigarrillos y tabaco.
Un año después, aún no hemos visto suficientes detalles de cómo pretende alcanzar su ambición. También existen preocupaciones reales de que Inglaterra pierda este objetivo, a menos que se brinde mayor claridad.
La industria del vapeo del Reino Unido, estimada en más de £1 mil millones para la economía, puede ser un socio valioso para ayudar a cumplir con los objetivos del gobierno y para abordar el estancamiento en el abandono del cigarrillo.
Los reguladores y expertos en salud de Reino Unido han reconocido que el vapeo podría desempeñar un papel crucial para reducir las tasas de tabaquismo. Esto se debe a que proporciona a los fumadores una herramienta efectiva para dejar de fumar por completo.
Durante mi tiempo como ministro de Salud Pública diseñamos un plan para adoptar una estrategia de reducción de daños. La estrategia estaba dirigida a maximizar el abandono del hábito de fumar entre los adultos y a minimizar el consumo por parte de los jóvenes.
Esta política fue impulsada por una investigación realizada por Public Health England (Salud Pública Inglaterra), que encontró que el vapeo es al menos un 95 por ciento menos dañino que fumar cigarrillos. Desde entonces, un ensayo clínico dirigido por la Universidad Queen Mary de Londres descubrió que los productos de vapeo eran casi dos veces más efectivos que los parches y los chicles –conocidos como terapias de reemplazo de nicotina– para ayudar a los fumadores a dejar de fumar.
Con el vapeo no hay combustión, ni humo, ni alquitrán, como sí hay en los productos de tabaco tradicionales. Si bien el vapeo no está exento de riesgos, y carecemos de la visión a largo plazo que brindan décadas de investigación científica, sabemos que permite a los fumadores recibir nicotina sin las toxinas cancerosas producidas por el tabaco combustible.
Sin embargo, para alentar a los fumadores a probar el vapeo es necesario que confíen en que los productos que eligen son seguros.
La reciente cobertura negativa de los medios implica que la confianza en el vapeo haya disminuido. Por ejemplo, declaraciones originadas en Estados Unidos afirmaron que los vapers podrían tener mayor riesgo de contraer COVID-19, afirmación que no tiene fundamento alguno. Esto podría disuadir a los fumadores de pasar al vapeo, un método de suministro de nicotina significativamente menos dañino.
Estos desarrollos representan una oportunidad para que el gobierno reevalúe el panorama regulatorio y mejore la calidad de los productos en toda la industria. De ese modo aumentaría la confianza del consumidor en los productos de vapeo como mecanismo para abordar las preocupaciones de salud pública.
Una de las formas más simples y efectivas para lograr esto sería regular los productos destinados al vapeo que no contienen nicotina. Actualmente estos no están cubiertos por las Regulaciones al tabaco y productos relacionados de la misma manera que los productos que contienen nicotina.
Esto no solo mejoraría la confianza del consumidor, sino que aseguraría que el Reino Unido conserve su posición como líder mundial en la regulación de los productos de vapeo. Así mismo, podría apoyar los objetivos de salud pública del gobierno.
El país avanza a través de un período de agitación social sin precedentes, y se deben hacer todos los esfuerzos para garantizar que las tasas de tabaquismo no aumenten nuevamente. La reciente prohibición de los cigarrillos mentolados respaldará este esfuerzo mientras los reguladores la hagan cumplir y desafíen a los fabricantes de tabaco que continúan ignorando las reglas.
También se deben hacer mayores esfuerzos para informar al público sobre los beneficios del vapeo. Hay que informar cómo ya ha ayudado a miles de personas a reducir su consumo de tabaco.
Para ser claros: si la pregunta es «¿deberían los no fumadores comenzar a vapear?», la respuesta debe ser y seguirá siendo «no». Pero si hablamos de fumadores que luchan por dejar de fumar, vapear es sin duda una de las mejores opciones en su conjunto de herramientas.
Por lo tanto, el gobierno y la industria deben reconocer la oportunidad que tienen actualmente. Igualmente, la regulación futura debe evolucionar para reflejar los cambios sociales.
Publicado originalmente: Steve Brine: Making the most of vaping to deliver a smoke-free Britain
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.
