La sociedad civil debe actuar ahora si para contrarrestar el ataque a los productos de nicotina más seguros en la COP10 de noviembre.
Es posible que no lo haya escuchado, pero se ha dado la señal de la última vuelta en la carrera por infligir el máximo daño a la reducción del daño del tabaco en una reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se llevará a cabo este año.
A partir de ahora, es una carrera hasta la meta. Si la OMS tiene éxito, la salud pública en todo el mundo será la perdedora. A finales de noviembre, la Ciudad de Panamá será sede de la 10ª Sesión de la Conferencia de las Partes (COP10) del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT).
El CMCT es un tratado internacional, firmado y ratificado por 182 países, que originalmente fue redactado para abordar los daños del tabaco combustible. Sin embargo, en los últimos años, aquellos que administran el tratado, la Secretaría y la Oficina del CMCT, se han vuelto cada vez más en contra de los cigarrillos electrónicos y otros productos de riesgo reducido, como el tabaco calentado y las bolsas de nicotina. Y muchos gobiernos nacionales, especialmente en África, Asia y otras partes del sur global, siguen automáticamente las posiciones de la OMS.
La COP bienal se celebró por última vez en persona en 2018. La COVID-19 hizo que la reunión de 2020 se pospusiera hasta una versión virtual en 2021, cuando todas las decisiones se dejaron para este año, debido a que se consideró que no era óptimo mantener discusiones serias de forma remota.
Eso no significa que la hostilidad bien establecida de la OMS hacia la reducción del daño del tabaco se haya detenido en los últimos cinco años. Por el contrario, los administradores del CMCT han estado construyendo constantemente un portafolio de evidencia seleccionada e informes dudosos de fuentes cuidadosamente escogidas por su oposición ideológica a cualquier política de control del tabaco que no sea «dejar de fumar o morir».
Una propuesta busca redefinir «cesación del tabaquismo» como dejar de fumar no solo tabaco, sino también cualquier uso de nicotina.
Numerosas organizaciones de defensa de los consumidores han reconocido las amenazas que podrían surgir en la reunión de la COP10. Informes publicados por la OMS han sugerido la prohibición de los sistemas de vapeo abiertos; la prohibición de todos los sabores de líquidos electrónicos no relacionados con el tabaco que la mayoría de las personas que usan cigarrillos electrónicos prefieren para dejar de fumar; la prohibición de las sales de nicotina en los líquidos; la regulación de los cigarrillos electrónicos según las emisiones de nicotina a lo largo del tiempo, reemplazando en última instancia la amplia gama de dispositivos actualmente disponibles con opciones homogeneizadas que no satisfacen las diversas necesidades de las personas.
Otros informes de la OMS han recomendado redefinir «humo» para incluir «aerosoles visibles derivados en su totalidad o en parte de reacciones químicas impulsadas térmicamente», gases que ciertamente no son humo. Este engaño verbal arrastraría firmemente al vapeo dentro del ámbito del tratado del CMCT. Una propuesta similar busca redefinir «cesación del tabaquismo» como dejar de fumar no solo tabaco, sino también cualquier forma de nicotina.
Otro informe reciente de la OMS recomendó «que se extiendan y apliquen regulaciones de productos de tabaco a todas las formas de productos de nicotina y tabaco, sin restricciones a los cigarrillos convencionales». Esto sometería a productos de nicotina más seguros a todas las restricciones gravosas actualmente aplicadas al tabaco combustible: impuestos al mismo nivel que los cigarrillos, prohibición del vapeo en público, tanto en espacios cerrados como al aire libre, advertencias gráficas para la salud, prohibición de publicidad y empaquetado neutro.
Hasta ahora, la preparación para la COP10 ha parecido una guerra ficticia. La OMS se ha felicitado por su 75 aniversario y a finales de mayo, justo antes del Día Mundial sin Tabaco, celebró los 20 años desde la firma del tratado del CMCT en 2003.
Con estos eventos ya pasados, quienes niegan la reducción del daño han arremangado sus camisas y ahora están trabajando incansablemente para erradicar los productos que han provocado una disminución dramática en las tasas de tabaquismo donde han sido regulados de manera liberal.
A principios de junio, la región de la OMS del Mediterráneo oriental celebró una tercera reunión sobre los impuestos a los productos de tabaco y nicotina. Dos semanas después, se llevó a cabo otra reunión secreta en Ginebra sobre el tema de los sabores, lo que probablemente influirá en los preparativos para la COP10 por parte de la OMS y la Secretaría del CMCT para persuadir a los delegados de imponer prohibiciones.
Inmediatamente después, se llevó a cabo la mal llamada Consulta Mundial de la OMS sobre Productos Nuevos y Emergentes de Nicotina y Tabaco, discutiendo regulaciones potenciales sobre toda la gama de productos de nicotina más seguros, lo que casi con seguridad llevará a más recomendaciones políticas antes de la COP10. Naturalmente, solo se invitó a aquellos completamente comprometidos con la prohibición.
En las próximas semanas, se publicará el noveno informe del grupo de estudio de la OMS sobre la regulación de productos de tabaco (TobReg9). Este revelará finalmente la extensión total del ataque planificado por la OMS a los productos de nicotina más seguros para noviembre, sin duda conteniendo muchas de las propuestas draconianas ya vistas en documentos provisionales.
Si se pretende obstruir la marcha inexorable de la OMS para privar al mundo de productos que han ayudado a decenas de millones de personas a dejar de fumar, el momento de intentarlo es ahora.
Luego, solo es cuestión de apretarlos todos en la agenda de la COP10. La agenda provisional, que enumera detalles vagos de los temas a discutir, ya se ha publicado en línea; la versión anotada llevará mucha más información y se requerirá que se haga pública en septiembre. Las reuniones antes de la COP de los grupos regionales de la OMS se llevarán a cabo poco después, para afianzar aun más un enfoque unificado.
En otras palabras, a pesar de que noviembre está a meses de distancia, el tiempo se agota rápidamente.
La única forma en que el público, el comercio de nicotina más segura y los defensores de la reducción del daño del tabaco pueden tener un impacto en los eventos en Panamá es mediante la petición a los representantes electos y funcionarios gubernamentales en sus propios países.
Las decisiones en la COP10 son tomadas por las delegaciones nacionales, por lo que es crucial involucrarse a nivel nacional con los responsables políticos clave y los posibles delegados. Con el tiempo corriendo, esta acción se vuelve más urgente cada día. A medida que hablamos, ya se están tomando decisiones sobre las delegaciones nacionales y las posiciones de los países. El proceso de registro ha estado abierto desde principios de mayo.
Si se pretende obstruir la marcha inexorable de la OMS para privar al mundo de productos que han ayudado a decenas de millones de personas a dejar de fumar, el momento de intentarlo es ahora.
Este artículo fue publicado originalmente por Filter, una revista en línea que cubre el uso y las políticas de drogas y los derechos humanos a través de una lente de reducción de daños. Siga a Filter en Facebook o Twitter, o suscríbase a su boletín informativo.
Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: Time Short to Stop the WHO’s Assault on Tobacco Harm Reduction. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].
